Los enfoques transversales en la vida escolar


Los enfoques transversales en la vida escolar.

¿CÓMO SE ABORDAN LOS ENFOQUES TRANSVERSALES EN LA VIDA ESCOLAR?

Se abordan desde situaciones no planificadas o emergentes, planificadas o previstas y desde la organización de los espacios educativos.

En estas situaciones, se movilizan algunas competencias y valores de los niños y las niñas para atender problemas, necesidades o intereses.

A. LAS SITUACIONES NO PLANIFICADAS O EMERGENTES:

Son aquellas que surgen en el día a día en la convivencia dentro de la Institución Educativa o fuera de ella, y pueden ocurrir en cualquier momento de la vida escolar.

Abordar estas situaciones implica promover un análisis y una reflexión individual o colectiva que permita afianzar los valores y actitudes.

Estas situaciones pueden ocurrir, por ejemplo, entre dos niños, entre grupos de niños, entre un docente y sus niños, entre el personal administrativo y los padres de familia, etc.

Así planteadas, estas situaciones proponen desafíos o demandas que podrían ser abordados en el momento en que se producen o requerir información adicional para su tratamiento.

A continuación, se presentan algunas consideraciones que deberían tener en cuenta los miembros de la Institución Educativa al abordar este tipo de situaciones:

CONSIDERACIONES QUE DEBERÍAN TENER EN CUENTA LOS MIEMBROS DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA.

v Estar atento a las situaciones que surgen en el día a día: en esos momentos, se ponen de manifiesto los valores y las actitudes relacionados con los enfoques transversales.

v Considerar a todas las situaciones emergentes como una oportunidad para aprender.

v Valorar a todos los niños y las niñas tratándolos con dignidad y respeto, y dándoles la oportunidad de expresar su punto de vista o su versión de los hechos.

v Ser empático con los niños y las niñas, buscar entender sus sentimientos y responder apropiadamente a ellos.

v Dialogar y reflexionar sobre lo ocurrido, sobre los valores y actitudes puestos en juego, de qué otra manera se debió actuar, cuáles son las consecuencias de lo ocurrido, cuáles son los acuerdos para resolverlos, entre otros.

v Ser una persona genuina, consciente de sí misma y capaz de comportarse de acuerdo con los valores y actitudes que se promueven en las IIEE. Esto es importante, sobre todo, en el momento en que reconocemos que hemos cometido un error o un exceso como docentes.

v Rectificarse y reflexionar sobre el hecho es un testimonio de integridad.

 

B. SITUACIONES PLANIFICADAS O PREVISTAS:

Se entienden como acciones que anticipan los miembros de la Institución Educativa para abordar los valores y las actitudes relacionados con los enfoques transversales. Como en el caso de las situaciones emergentes, también responden a las necesidades e intereses de los niños y las niñas, así como a la realidad cotidiana y al contexto sociocultural.

Todo aquello que se genera o planifica desde la Institución Educativa debe mostrar conexión directa con las actitudes y valores relacionados con los enfoques transversales. Estos deben verse reflejados en la gestión de la misma; en las relaciones humanas; en la organización de los tiempos y rutinas; y en la planificación del proceso de enseñanza y aprendizaje.

A continuación, se explica cada uno de ellos:

Gestión de la Institución Educativa:

Se demandan prácticas democráticas que permitan

la participación de toda la comunidad educativa y, en especial, de los niños y las niñas.

Para que los enfoques transversales realmente se vivencien en la comunidad educativa, y

estén presentes en todos y cada uno de los espacios que la conforman, estos deben verse

reflejados en:

v El Proyecto educativo institucional.

v El Plan anual de trabajo.

v El Proyecto curricular institucional

v El Reglamento interno de la Institución Educativa.

Relaciones humanas al interior de la Institución Educativa:

Se requiere que la gestión escolar impulse un clima favorable al aprendizaje y que propicie:

v Una convivencia grata, inclusiva y respetuosa.

v Un espíritu de integración y colaboración entre las personas que conforman la comunidad educativa.

v La solución respetuosa y democrática de los conflictos a través del intercambio de ideas en un clima de respeto.

v El respeto por el rol de la familia en el proceso de aprendizaje de sus hijos y la valoración de las experiencias personales y sociales como una oportunidad de aprendizaje.

La planificación curricular del docente:

Se parte de la definición de los propósitos de aprendizaje (competencias y enfoques transversales), los cuales se ponen de manifiesto a partir de situaciones significativas. Esto, desde la perspectiva de los enfoques transversales, implica lo siguiente:

v Promover una comunicación afectiva en la cual los docentes y los niños y las niñas se sienten respetados, y los niños y las niñas sienten que los docentes se preocupan por ellos y sus aprendizajes. Se ha de procurar un clima de confianza donde se promueva la escucha atenta, la aceptación mutua de las ideas, etc. Para ello, son fundamentales las actitudes del docente por su acción como modelo para los niños y las niñas.

v Brindar espacios a los niños y las niñas para el diálogo, el debate, la discusión y la toma de decisiones en relación con la forma de actuar de ellos u otras personas frente a diversas situaciones. En la interacción con los demás, el niño y la niña aprende a ser tolerante, a aceptar las ideas de otros y a ser responsable de sus acciones en un clima de colaboración.

v Organizar espacios, tiempos y rutinas para la discusión, el trabajo cooperativo y el acceso responsable a los materiales del grupo, entre otros. Implica asegurar un ambiente seguro, motivador y de soporte. Las rutinas protegen el tiempo de aprendizaje de los niños y las niñas.

 

C. LA ORGANIZACIÓN DE ESPACIOS EDUCATIVOS:

Deben ser vistas como oportunidades para desarrollar los enfoques transversales y poderlos vivenciar. Esta organización puede responder a diversos criterios como a continuación ejemplificamos:

La organización de espacios educativos:

v Reflejan y respetan la diversidad cultural propia de las comunidades al organizar sus espacios sin imponer criterios ajenos a la zona que generen nuevas barreras.

v Representan la identidad colectiva de la IE, generando sentido de pertenencia y favoreciendo una convivencia democrática.

v Inclusivos, es decir, que los espacios propicien la participación de todos los niños y las niñas sin exclusión, permitiéndoles desplegar, de la mejor manera, todas sus potencialidades.

v Promueve estilos de vida ambientalmente responsable mediante acciones y medidas concretas. Por ejemplo, la recuperación de áreas verdes en desuso o áreas baldías de la institución educativa para utilizarlas como recursos pedagógicos y espacios de socialización, el uso de tachos diferenciados para residuos sólidos, la aplicación de las 3R (reducir, reusar y reciclar), el consumo responsable, el uso adecuado de los recursos hídricos, del suelo, en otros.

FUENTE: Programa Curricular de Educación Inicial.

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